miércoles, 8 de agosto de 2012

"Anónimo"


Traduzco, para comodidad de algunos lectores, el post del Consejero Global de Privacidad de Google sobre un aspecto de Internet de indudable interconexión con la privacidad: el Anonimato.
Peter Fleischer 20120807
  
Como persona sensible a la privacidad que soy, siempre le he tenido cariño al anonimato. Pero me pregunto si las cosas no han llegado demasiado lejos. A veces me tapo la nariz e intento leer los “comentarios” en plataformas sin moderador que permiten a los “anónimos” subir comentarios. Francamente, estos comentarios a menudo suenan como monos arrojándose las heces unos a otros. Y todo esto ocurre porque, bueno, es anónimo. El anonimato se ha convertido en el escudo del ignorante, el inhumano, y el incívico.

Estoy plenamente a favor de la libertad de expresión. Y en algunos contextos, el anonimato es una base esencial de la libertad de expresión. Sin anonimato, habría mucho menos campo para la libertad de expresión de los disidentes políticos, o de los “whistle-blowers”*, o de otros tipos de discurso que son socialmente deseables pero que ponen a su autor en riesgo personal. Sin embargo, la verdadera cuestión es si los beneficios sociales de ciertas categorías de discurso anónimo pesan más que el tsunami de basura que se está desatando actualmente tras el velo del anonimato en la plataformas de Internet.

Es todo un desafío: ¿seremos capaces de permitir las formas de expresión anónimas socialmente deseables y al mismo tiempo filtrar el cieno anónimo, sin volvernos máquinas de censura?

En este blog, yo no permito comentarios sin moderarlos. En otras palabras, agradezco vuestros comentarios, pero reviso todos los comentarios antes de postearlos aquí. No censuro los comentarios críticos que se suban de manera anónima (sólo tenéis que echarles un vistazo para verificar esto). Pero sí que borro los numerosos comentarios que son spam, o palmariamente ignorantes o expresiones de odio (hate speech). En verdad, una foto en la que salgo haciendo senderismo sin camiseta no debería originar una lluvia de sermones homofóbicos; sin embargo, tristemente, sí que ocurrió.

Conforme me hago mayor, creo que más y más sitios web deberían reconsiderar el idealismo de la web originaria, cuando muchos de nosotros creíamos que el mundo sería un mundo mejor, y la privacidad florecería, permitiendo a la gente expresarse desde el anonimato. Obligar a la gente a usar sus nombres verdaderos en muchos sitios podría detener mucha de la difamación grotesca, discurso de odio, ciber-bullying, ignorancia e incivismo que estamos soportando todos hoy en día, bajo un punto de vista anticuado (y ordenado algoritmicamente) de que un “anónimo” debe ser libre de decir lo que sea.

No es fácil para una plataforma de Internet maquinar cómo poner en equilibrio los beneficios del anonimato frente a la falta de sujeción a responsabilidad que conlleva. Por cierto, yo empleo mi nombre real en este blog. Aquí va una foto en la que salgo, vulnerable y sin ropa, cubierto de barro en el Mar Muerto. Si te apetece poner un comentario que sea un sermón homofóbico o anti-semítico, ¿te importaría usar tu nombre verdadero? Yo no estoy escribiendo un blog para darle a los “anónimos” una plataforma para dar rienda suelta a su bilis.

Mi predicción es que la marea de la Web va a comenzar a retirarse del anonimato, con un rotundo cambio del estado de la mar de vuelta a la identidad del mundo real.

*whistle-blower = un informador que denuncia alguna fechoría dentro de una organización con la esperanza de ponerle fin. Por ej.: "el ‘whistleblower’ fue despedido por haber revelado las inhumanas condiciones de los pacientes en un sanatorio mental”.
o0o

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